Compras sostenibles: la clave para reducir la huella de carbono
Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la cadena de suministro son a menudo iguales a la cantidad de emisiones GEI procedentes de las operaciones directas de una empresa. Aún así, muchas organizaciones aún no han empezado a abordar las primeras.
A modo de recordatorio, estos son los niveles de emisiones de carbono que hay que tener en cuenta:
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Alcance 1: son las emisiones que una organización produce directamente, por ejemplo, al hacer funcionar sus calderas y vehículos.
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Alcance 2: son las emisiones que una organización produce indirectamente, por ejemplo, la electricidad o la energía suministrada para la calefacción y la refrigeración de los edificios. Las emisiones se producen en su nombre.
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Alcance 3: En esta categoría se encuentran todas las emisiones asociadas, no a la propia empresa, pero de las que la organización es indirectamente responsable, a lo largo de su cadena de valor. Por ejemplo, de la compra de productos a sus proveedores y de sus productos cuando los clientes los utilizan. En cuanto a las emisiones, el alcance 3 es casi siempre el más importante.
Puede ser relativamente sencillo controlar las emisiones de alcance 1 y 2; utilizar menos energía o aumentar la cantidad de fuentes de energía sostenibles son sólo un par de ejemplos. Las organizaciones tienen mucho menos control sobre cómo se abordan las emisiones del alcance 3.
Las organizaciones pueden ofrecerse a colaborar en soluciones para reducir las emisiones con los proveedores actuales, o considerar cambios en su cadena de suministro. Sin embargo, en la mayoría de los ámbitos, los proveedores tendrán una influencia considerable en la forma de reducir las emisiones a través de sus propias decisiones de compra y del diseño de los productos.
Puede descargar aquí el folleto de Compras Sostenibles: La Clave para Reducir la Huella de Carbono.
Medición de las emisiones
La medición de las emisiones de alcance 3 puede ser complicada y supone un reto considerable. Una forma de medición consiste en modelarla utilizando estimaciones y cálculos a partir de evaluaciones económicas del ciclo de vida input-output y de las emisiones medias por sector. Otro forma consiste en calcularlo con datos reales de los proveedores. Aunque lo más probable es que se combinan los dos enfoques.
Uno de los principales problemas es que estas emisiones se encuentran más aguas abajo en la cadena de suministro, donde las organizaciones pueden no tener un contacto directo con el proveedor. Esto puede dificultar la medición y la atribución de las emisiones, pero también es difícil involucrar a esos proveedores, ya que puede no haber ningún contacto directo.
Una de las formas clave de abordar estos posibles obstáculos es colaborar con otros grandes compradores y buscar normas y etiquetas creíbles para los programas en los que los sectores se han unido para promover la sostenibilidad en sus productos y servicios. Esto se transmitirá en cascada a lo largo de la cadena, enviando una señal al mercado. Si un proveedor escucha el mismo mensaje de cientos de clientes, se lo tomará más en serio. También es importante respaldar la petición con decisiones de compra y preferencias claramente expresadas para que vaya más allá de una solicitud de información.
Demostración de la reducción de carbono
Cada vez son más las empresas que ven oportunidades de mercado en organizaciones que son capaces de demostrar, a través de la verificación de 3º parte, las mejoras que se están realizando en la gestión del carbono y la reducción de sus emisiones. Varias organizaciones están empezando a ver los requisitos que les imponen sus clientes, que tienen políticas de compra sostenible y buscan proveedores que informen y se comprometan firmemente a establecer y lograr reducciones de carbono.
Como ejemplo, el Gobierno del Reino Unido publicó en junio de 2021 la Nota de Política de Adquisición 06/21: Tener en cuenta los planes de reducción de carbono en la adquisición de contratos públicos importantes.
Otras organizaciones están utilizando normas existentes sobre el carbono (ISO 14064-1) para demostrar a sus clientes que las medidas que están tomando son reales y se basan en objetivos científicos.
Estas normas analizan las emisiones de carbono en toda la cadena de valor de una organización y les permitirán demostrar a los departamentos de compras de los clientes que están cumpliendo su parte en la reducción de emisiones. Se prevé que las presiones de la cadena de suministro impulsará el uso de la verificación formal por parte de terceros de los compromisos de reducción de las emisiones de carbono, del mismo modo que los sistemas de gestión ISO 9001 se difundieron con rapidez en la cadena de suministro en los años ochenta y noventa.
No dude en contactar con NQA para realizar su auditoría acorde a la norma ISO 14064-1 y demostrar así su compromiso con la reducción de GEI y la huella de carbono. Es una norma que se acopla muy bien a los requisitos de la ISO 14001, ISO 50001 e ISO 9001.